Pues al final me arrepiento de que no pasara nada con Ana. Ella se está comportando muy bien. Como si no la hubiera rechazado y simplemente fuésemos amigas o compañeras de trabajo. Y eso hace que me resulte más atractiva. Esta tarde ha habido un momento que madre mía. A Ana le dolía la cabeza, se ha tomado una pastilla, pero no le ha hecho efecto. Me he acercado a ella para darle un masaje en las sienes. Ella estaba delante mía, a escasos centímetros, con los ojos cerrados. Y yo quería besarla. Pero mi indecisión me ha vuelto a jugar una mala pasada. Estaba yo debatiéndome entre la beso, no la beso, venga a la de tres, es que no puedo etc. Y al final he dado lugar a que apareciese otro de mis compañeros, Roberto.
Roberto es el guasón del grupo. Siempre está de bromas y si pueden ser relacionadas con el sexo mejor. Parece que le estimulan las neuronas. Cuando ha entrado ha dicho que siguiéramos que dos tías montándoselo le pone muy cachondo. La cara de Ana era indescriptible. Y es que ella esconde su bisexualidad. Yo no escondo mi homosexualidad, tampoco la publico a los cuatro vientos. Lo saben mi familia y mis amigos.
El comentario de Roberto ha producido un distanciamiento en Ana, que desde entonces casi que no me ha dirigido la palabra. Le he preguntado qué le pasaba y me ha dicho que era el dolor de cabeza. Y eso espero.
Y mañana por fin jueves y por fin veré de nuevo a Silvia.
Como diría Carmina Ordóñez, estoy divinamente. Hoy me ha llamado Silvia. Simplemente quería saber como estaba y charlar un rato, y también quedar conmigo para tomar una copa.
Hemos quedado para el jueves, y solo estamos a martes (grito histérico estilo Yola Berrocal cuando fue poseída en Hotel Glam. Sí lo reconozco veo demasiado la tele).
El lunes estuve cenando con Ana. Lo ha dejado con el novio y no le apetecía estar sola en casa. Estuvimos hablando de trabajo y un poco de nuestras vidas. Le comenté lo de Silvia y le cambió la cara por completo.
Y es que sí, entérense. Si a una mujer la persigues y le das la brasa pasa absolutamente de ti. ¿Pero qué pasa si le comentas la existencia de otra que llama tú atención? Pues supongo que depende de cada mujer. Yo os cuento el caso de Ana.
Lo que restó de cena estuvo superamabilísima de la muerte y también supercariñosísima. Supuestamente después de la cena cada una nos marcharíamos a nuestra casa. Pero no. Ana me dijo que le apetecía tomarse una copa, pero no en un pub. Que necesitaba hablar y desahogarse por la mala suerte que tenía con los tíos y con las tías. Así que propuso que fuésemos a mi casa, ya que en la suya estaba su compañera. Nos tomamos dos bacardis cada una. Y de lo único que hablábamos era de mi vida. Aquello parecía C. S. I. Cuando ya era bien tarde me dijo que no estaba para conducir que si me importaba que se quedara. Yo como bien educada que estoy le dije que sí.
Y pasó una cosa que yo nunca me hubiese esperado. ¡Con las ganas que tengo/tenía de echar un kiki! Ana se metió directamente en mi cama y yo también. Le dije buenas noches, me di la vuelta y cerré los ojos. A los pocos minutos sentí como su brazo se posaba en mi cintura y su mano en mi estomago. Y en ese instante pensé en Silvia. Así que le dije duérmete que yo ya estoy dormida.
Soy feliz. Sí, creo que esa es la palabra justa. Me siento como en un nube. Como un cosquilleo en el estomago. Me sorprendo a mi misma cantando y sonriéndole a todos los espejos que me encuentro. Voy por la calle y sonrío y hablo sola. Incluso he saludado al cabrón del segundo cuando he ido a comprar el periódico.
Y no, no es lo que estáis pensando. No he follado, pero estoy feliz. No me he estrenado, pero me he enamorado. Si, me he ENAMORADO.
Anoche conocí a una chica estupenda, en todos los sentidos. Cuando la vi entrar me fijé en ella. Sofía me preguntó que si me gustaba y yo le dije que sí. Entonces empezó a empujarme para que yo me acercara a ella, pero me temblaban las piernas. Le dije que me tomaba una copa más y lo intentábamos de nuevo. Pues no hizo falta. A mitad de copa la chica se acercó a la barra y empezó a hablar conmigo. No sé como lo hizo pero a los diez minutos estábamos hablando como si nos conociésemos de toda la vida. Pero no pasó nada más. Pero me da igual lo prefiero así. Hemos intercambiado los teléfonos para quedar esta semana.
Sofía me ha dicho esta mañana que yo le gusto a la chica, Silvia. Que vaya decididamente a por ella. Pero a mi me apetece ir despacio.
Lo tengo decidido. Este fin de semana salgo a comerme el mundo. He hablado con Sofía por teléfono y me ha dado unos consejos. Consejos para ser una buena ninfómana. Hasta le he dicho que podría escribir un libro.
Ya lo tengo planeado. Lo tenemos planeado, por que Sofía entra dentro de los planes. Me ha prometido que si este sábado no me lío con nadie ella se acostará conmigo.
Por una parte me alegro, pues ya tengo plan seguro. Pero por otra me gustaría que la primera vez fuese muy especial. Claro que por otro lado ¿y si no se da esa primera vez?
Sofía me conoce desde hace algunos años y sabe lo indecisa que soy. Me ha dicho que este sábado será ella quien decida por mí. Es decir, que si me gusta una chica me ordenará que me acerque a ella.
Quizá penséis que esto es de locos. Yo lo pienso mucho también. Pero estuve meditando anoche y llegue a una conclusión. No puedo saber si algo me gusta si no lo pruebo. Es decir, tengo que probar esta primera vez y si no me convence por la falta de amor no volver a hacerlo.
También estuve hablando con Andrea, pero ha vuelto con su novio. Y se lo he comentado a Ana, mi compañera de trabajo. Ella me ha animado mucho, se ha portado muy bien conmigo. Y me ha confesado una cosa. Que es bisexual y que yo le atraigo. También me ha dicho que si termina con este chico y yo no estoy con nadie podríamos intentarlo.
Y esto ha sido lo que me ha dado el último empujón que necesitaba. Ella ha tenido algunas relaciones según me ha contado. Por lo que debe tener experiencia. Así que yo intentaré coger experiencia también para no desentonar en caso de estar juntas.
Y ahora a dormir. Bueno me ducharé antes. Es que acabo de llegar a casa. He estado en el cine y después de copas.
Hasta mañana.
Hoy no escribo, hoy medito.
Esta mañana, nada más salir de el metro me encontré con mi nueva compañera de trabajo, aunque ahora que lo pienso ¿hasta cuándo es nueva un persona? Por que Ana, que así se llama, lleva ya trabajando 5 meses con nosotros. Pero ella no estaba sola, sino con un chico. Después me ha contado, a la hora del desayuno, que era un nuevo novio, nuevo desde el fin de semana pasado.
Todavía no me he decidido a ser ninfómana pero ya sé que al menos con ella no.
Después he estado pensando, más bien repasando a mis amistades, buscando victimas que caigan en mis brazos que bien suena eso -. Y creo que hay un par de ellas que cumplen los requisitos. Por orden de preferencia tenemos a Andrea, es una chica muy mona y tiene la postdepresión de ruptura sentimental. Según ella es hetero, pero sé de buena tinta que ha tenido algún escarceo con una chica.
Y también tengo a Sofía. Yo creo que ni es hetero, ni lesbiana, ni bisexual, es simplemente una folladora nata. Todo lo que se mueva le gusta. Y no hace mucho se me insinuó, aunque disimuladamente.
Prefiero a Andrea, por que tendría posibilidades de una relación posterior. Supongo que lo tendré más fácil con Sofía, pero ¿y si después me da por los celos cuando se acueste con otros/as?
Creo que lo consultaré con la almohada o lo dejaré en manos del destino.
Destino escúchame por favor que tengo ya ganas de un kiki y estrenarme, que si no se me va a pasar el arroz. Y hablando de arroz me voy a preparar mi cena.
Estoy pensando en hacerme ninfómana. Sí ninfómana. Por que tengo unas ganas de comerme una rosca que no es normal. Antes tenía la ilusión de que me estrenaría cuando fuese a la universidad. Pensaba que al dejar la casa familiar y tener una habitación propia lo tendría más fácil. Pero claro me metí en una carrera con mayoría de alumnos. Mis compañeras de piso se pasaron los seis años de mis estudios follando con sus novios. Ellas si que follaban, sobretodo Julia que cada día traía uno a casa. Estuve a punto de preguntarse si quería acostarse conmigo, pero no tuvo noche libre y si la tenia era por que tenia que estudiar.
Así pasaron mis años de estudiante sin catar ni ser catada.
Después pensé que me estrenaría cuando me independizase, que a lo mejor lo que me cortaba era el no tener intimidad en casa. Me han tirado los tejos varios compañeros, pero ya sabéis mi asquillo. Ahora ha entrado una nueva chica a trabajar con nosotros y paso bastante tiempo con ella, las dos a solas. Imaginaos con las ganas que tengo de echar un polvo como lo paso. Hoy me he quedado medio soñando que me tiraba encima de ella y empezaba a besarla y eso. Pero me ha dado un corte increíble, me he sonrojado y he tenido que salir de la sala.
Estoy desesperada, como siga así me voy a quedar enterita y eso es lo que no quiero.
Quizá haciéndome ninfomanía y creyéndome el papel me pongo las botas. Ya veremos que pasa.
Al final he decido volver a escribir hoy. Primero por que el debate de gran hermano no empieza hasta las 9:30. y segundo por que si no escribo tendría que decidir que hacer. Claro que también podría ir a la cocina y pensar que puedo cenar. Creo que iré a hacer eso. Pero también colgaré este post ya que lo he escrito.
Soy una persona completamente indecisa. Creo que lo único que tengo claro es que me gustaría que siempre decidiesen por mi. Algo parecido a representar una obra de teatro donde el director no permite ni una sola improvisación. Eso siempre y cuando no supiera yo el final.
Yo soy lesbiana, o eso creo. Aunque me ha atraído algún que otro chico, pero me atraen más las chicas. Alguno pensará que entonces soy bisexual, pero creo que no, al menos por ahora, porque solo pensar en esa cosa tan fea que les cuelga entre las piernas me da un yuyu.
Cuando hablo con mis amistades siempre me preguntan ¿no será que tuviste alguna mala experiencia con un tío y de ahí ese asco? Pues creo, ya que no he estado con ningún tío, que no. Tampoco he estado con ninguna tía, pero pienso en alguna y como que no me da esa yuyu.
Y precisamente no he estado con nadie por que soy indecisa. Yo veo a mis amigos que cuando les gusta alguien se tiran a por ella y cuando a alguna de mis amigas les gusta algún chico pues empiezan con las miraditas, con los movimientos y tal. Pero yo no, primero por que no se si realmente me gusta y segundo por que no me decido ni a tirarme a por ella ni a hacerle ver que me interesa.
También me pasó al contrario, una chica en un pub de ambiente lésbico se acercó a mi, me invitó a una copa y después me propuso irme a su casa. Pero yo no lo tenía claro. No sabia si debía dejar solas a mis amigas, así que me acerque a ellas y decidieron por mí. Me dijeron que me fuese con esa chica. Pero después me asaltaron otras dudas, pues yo no conocía a esta tía de nada. Al final tanto pensármelo decidió la chica por mi: ahí te quedas.
Así que ya podéis imaginaros lo indecisa que soy.
Bueno hasta mañana, o a lo mejor no.